martes, 4 de diciembre de 2012


Japón enviará un robot al espacio para charlar con los astronautas
El proyecto Robot Kibo (Esperanza en japonés) planea enviar un androide parlanchín a la plataforma tecnológica más amplia del espacio para resolver los problemas de comunicación y para que colabore en las tareas de rutina.
La idea surgió por un pedido de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), para buscar una solución a los problemas de comunicación que padecen los astronautas que habitan el módulo de experimentación japonés (JEM) Kibo, que está integrado en la Estación Espacial Internacional.
La iniciativa, llevada adelante en forma conjunta por el Centro de Investigación para Ciencias y Tecnologías Avanzadas, la Universidad de Tokio (RCAST) y la empresa Robo Garage.
Una de las principales atributos de este pequeño humanoide robotizado es que tendrá la capacidad de mantener conversaciones fluidas. Gracias a esta habilidad se convertirá en una compañía para el astronauta japonés Koichi Wakata durante su próxima misión de seis meses a bordo de la estación.
El autómata tendrá una altura aproximada de 34 centímetros y su peso rondará el kilogramo. Montadas en su cabeza lleva dos cámaras: una de reconocimiento facial -programado para reconocer el rostro- y una segunda para grabar imágenes .
Para que en el verano de 2013 el robot pueda establecer la primera comunicación, los diferentes participantes del proyecto repartieron obligaciones. Del ensamblaje y la construcción del hardware se ocuparán la RCAST junto con la Robo Garage. Dentsu, primera agencia de publicidad de Japón, se involucró en el módulo de conversación. Toyota Motor Corporation, última en sumarse, se hará cargo del sistema de reconocimiento de voz y el procesamiento del lenguaje natural.
Vía CL

Japón enviará un robot al espacio para charlar con los astronautas


El proyecto Robot Kibo (Esperanza en japonés) planea enviar un androide parlanchín a la plataforma tecnológica más amplia del espacio para resolver los problemas de comunicación y para que colabore en las tareas de rutina.
La idea surgió por un pedido de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), para buscar una solución a los problemas de comunicación que padecen los astronautas que habitan el módulo de experimentación japonés (JEM) Kibo, que está integrado en la Estación Espacial Internacional.
La iniciativa, llevada adelante en forma conjunta por el Centro de Investigación para Ciencias y Tecnologías Avanzadas, la Universidad de Tokio (RCAST) y la empresa Robo Garage.
Una de las principales atributos de este pequeño humanoide robotizado es que tendrá la capacidad de mantener conversaciones fluidas. Gracias a esta habilidad se convertirá en una compañía para el astronauta japonés Koichi Wakata durante su próxima misión de seis meses a bordo de la estación.
El autómata tendrá una altura aproximada de 34 centímetros y su peso rondará el kilogramo. Montadas en su cabeza lleva dos cámaras: una de reconocimiento facial -programado para reconocer el rostro- y una segunda para grabar imágenes .
Para que en el verano de 2013 el robot pueda establecer la primera comunicación, los diferentes participantes del proyecto repartieron obligaciones. Del ensamblaje y la construcción delhardware se ocuparán la RCAST junto con la Robo Garage. Dentsu, primera agencia de publicidad de Japón, se involucró en el módulo de conversación. Toyota Motor Corporation, última en sumarse, se hará cargo del sistema de reconocimiento de voz y el procesamiento del lenguaje natural.

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