'Camaleón', cómic noir ambientado en Barcelona

Frank Miller, Brian Azzarello, Ed Brubaker, Brian Michael Bendis… Cuando pensamos en cómic noir nos vienen a la cabeza estos autores que han renovado el género negro en los Estados Unidos, bien llevándolo a los límites exagerados del ‘hard boiled’ (‘Sin City’) o bien fusionándolo con otros géneros (como el de superhéroes, en ‘Incógnito’ o ‘Criminal’ de Brubaker).

Pero en España también sabemos de novela negra; y si no, que se lo pregunten a Manuel Vázquez Montalbán o a Juan Madrid. En el caso del cómic, también tenemos nuestro pequeño nicho (nunca mejor dicho), y un ejemplo de ello es ‘Camaleón’, la obra de Carlos García alias ‘Perro’, que se publicó en ‘El víbora’ en su día, y que ahora La Cúpula recupera en un tomo, con material inédito que entonces no pudo publicarse por su longitud.

Una Barcelona de novela negra es la que sirve de escenario a Camaleón en sus oscuros asuntos. Acompañamos al protagonista en su itinerancia por los bajos fondos, los clubs nocturnos; y el humo del tabaco y los vasos de güisqui nos recuerdan continuamente el aura maldita del protagonista.

La estructura de ‘Camaleón’ se secuencia en historias breves (que se editaron serializadas en la revista ‘El víbora’), por lo que vibra en ellas el sentido de la concisión y el esfuerzo por crear una ambientación que muy pronto toma el cómic.

Porque Camaleón, como se nos dice, es un buen hombre cuyos “encargos” van haciendo de él un ser cada vez más marginal. Su vida y sus orígenes le han condicionado para ser lo que es (¿es el género noir determinista? Es un buen tema que investigar). Su condición de sicario le aparta de la sociedad, pero aún así es capaz de mantener ciertos principios contra el mundo. Y es que en la novela negra, pese a su nombre, hay espacio para una gran infinidad de grises, y hasta los más malvados tienen cierta honradez, de vez en cuando.

Como dice Hernán Migoya en el prólogo, quizá García fue un autor que no llegó a tiempo a la revista ‘El víbora’. Es un autor en la línea de un Gallardo o un Max, con un estilo y unas referencias que lo conectaban tanto a los autores de los 70 y 80 como a las nuevas hornadas de autores. Y ciertamente, en el trazo de Perro podemos adivinar algunas influencias: por su lápiz parece fluir parte de la fuerza de la ‘linea chunga’, y percibimos ecos de un Santiago Sequeiros, de un Tomeu Seguí, incluso de un David Mazzuchelli. Su trazo, a veces más realista, a veces más paródico, siempre sumamente expresivo, es el complemento a esas historias sórdidas y sucias que Camaleón protagoniza.

En resumen: ‘Camaleón’, que inaugura la colección ‘El víbora Cómix’, en lo que pensamos que será una recuperación de diversos materiales que se publicaron dispersos en dicha revista, es un buen acercamiento al género negro patrio, y una oportunidad de conocer la obra de este autor, al que también podéis leer recientemente en las ‘Nuevas hazañas bélicas’ de EdT.